Es una novela policíaca protagonizada
por Lorenzo Falcó, un espía y mercenario del Servicio Secreto que se ve inmerso
en una misión que detesta y que, de llevarse a cabo con éxito, supondría un
cambio crucial en la historia de España. Para ello contará con la compañía de
los hermanos Montero, un hombre y una mujer, y también de Eva Rengel, una
falangista convencida con la que tendrá más que palabras. Él es un hombre rudo,
a medio camino entre Bogart en el Halcón
Maltés y Russell Crowe en L.A.Confidential,
un hombre al que solo le importa él mismo y no tiene ni quiere, tener tiempo
para sentimentalismos.
La novela está ambientada en la
convulsa guerra civil española, con un país dividido y en la que sobrevivir es
el objetivo de cada día.
Me ha costado mucho meterme de lleno
en la historia, no fue hasta casi la página cien que captó mi interés. Es una
novela corta en la que apenas pasa nada, y que se centra en los métodos más
crudos del mundo del espionaje y en los pasos que dan para llevar a cabo las
misiones, los interrogatorios, etc.
Los personajes están muy definidos: son
fuertes y de carácter. El ritmo es rápido y no decae, pero la historia es tan
corta que apenas pasa nada y la ambientación esta muy escasamente recreada más
allá de explicar el modus operandi de la policía y los espías como he apuntado
anteriormente.
Está muy bien escrita y entretiene,
no obstante, no creo que me lea la continuación. La considero para fans de
Reverte, un autor que o te encanta o no te gusta nada, aunque yo he caído
anteriormente rendida a sus pies con La
piel del tambor, novela que me encanta, o La tabla de Flandes, ésta apenas me ha conquistado. Bien es verdad
que tampoco puedo decir que no me ha gustado nada, pero no me ha entusiasmado.
¡Nos leemos!
Marian Rivas
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