El
amor es ese sentimiento que mueve el mundo y cambia el destino de las personas;
un padecimiento, una emoción, en definitiva: una sensación. Es esa sensación o
sentimiento el que mueve a Florentino Ariza durante toda la novela a encauzar
su vida con un objetivo: conseguir el corazón de Fermina Daza, una chica de la
que se enamoró de joven. Con todo en contra el chico volverá del revés todo su
mundo para hacerse digno del corazón de la chica. Así vamos conociendo todas
sus andanzas durante muchos años.
Es
una novela de ritmo pausado que se me ha hecho larga y lenta en algunos
pasajes, si bien supone un auténtico viaje al Caribe, reflejando las costumbres
y el modo de vida a la perfección. Leyendo sus páginas es fácil imaginarse en
una calle paseando entre sus edificios, sintiendo el calor de la zona o el
calor de sus gentes. La ambientación es muy buena y la recreación de la época
también.
Como
quiera que empieza con el protagonista siendo muy joven y acaba con edad
avanzada asistimos a todos los avatares de su vida, sus amores, sus
desesperaciones, sus esperanzas y anhelos y sobre todo algunas actuaciones o
comportamientos que no me han gustado nada y que he visto del todo innecesarios
por ser hasta legalmente reprochables, además de que no aportaban nada a la
trama.
Es
una novela que la mayoría de los lectores alaba, un clásico del premio Nobel
Gabriel García Márquez, que aún siendo bonita no me ha encantado y me ha dejado
un regusto final un tanto desagradable, además de que no he simpatizado con el
protagonista y eso en una novela que detalla un periodo de vida tan dilatado hace
que la lectura se haga complicada.
Por
lo demás, es una oportunidad para viajar al caribe sin moverse de casa.
¡Nos
leemos!
Marian
Rivas
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